No se puede acabar lo que no se ha comenzado

¿Cómo habiendo tantas otras, me volví a perder en ti? Es una pregunta que me he hecho un millón de veces en las últimas semanas, y pensé que la respuesta era fácil tomando en cuenta a quien tengo enfrente, una mujer con una belleza inigualable, una belleza que sin duda se puede desglosar en esos ojos color café que parecieran fuente de una luz interminable, esa nariz y la forma en la que termina, una hermosa sonrisa que existe gracias a esos labios con los que alguna vez, besándome, hiciste sentir el universo en mi interior, la simetría que traen a tu rostro esas cejas pobladas pero muy bien delineadas, la cabellera larga como más me gustan, un cuello largo que al probarlo inspira a no dejar de besarlo nunca más, un par de brazos fuertes con los que rodeabas mi cuello, aquél abdomen que se convirtió en motivo de mis suspiros, los senos pequeños pero con una forma perfecta en relación con su tamaño, y aquellas piernas con las que podría soñar cada noche, una mujer hermosa sin dudarlo, que sabe luchar por sus convicciones, que no se rinde ante las adversidades, y por supuesto que no se queda callada, que expresa su sentir, que sufre, llora, ríe y se divierte como todos nosotros, una mujer que cree en sí misma, inteligente comenzando por ese simple hecho, que gusta de la lectura y que vive con la música, que conoce un poquito de cada tema y mucho de los temas que le conciernen, que termina sus frases con un cambio de tono en su voz sumamente sensual, que se viste con una gracia interminable y que cuando hay que ser intensos, es lo más.

Que fácil respuesta, con todas esas cualidades y actitudes es difícil no enamorarse, y ahí radica la clave, enamorarse es fácil y rápido, y para enamorarse no se necesita nada más que estar contigo 5 minutos, fue lo que me tomó a mí, otros han dicho algo muy  similar, pero para el amor, para el amor de verdad, hacen falta dos.

Es cosa de todos los días, lo vemos en la televisión, en las películas, lo leemos en los libros y estamos tan bombardeados por todos lados por todos esos poemas, cuentos y teorías sobre el amor que nos dicen a gritos todos esos adjetivos con los que solemos calificar al amor, y lo tenemos tan presente todos los días que cuando llega alguien que mueve por un segundo las cosas en nuestro interior nos olvidamos de todas las advertencias, de todas las frases de desamor, de todo aquello que hemos leído para descubrir a nuestra mujer ideal, nos olvidamos de nosotros mismos y así en un segundo, enamorado, sin preguntar, sin darte un segundo para pensar en que tal vez no sea la mejor decisión, dice Ornelas en su canción: «Error, usar de boleto sólo la ilusión», nos subimos volando hasta la luna sin pensar que necesitaremos ese corazón que dejamos en la tierra con esa persona, nos hará falta cuando sea necesario el coraje para volver.

Y la historia la sabes de memoria, aunque nuestras versiones pueden diferir la esencia es la misma, nuestra historia no es muy romántica ni está llena de amor, dulzura o cariñitos, nuestra historia es ruda, nos conocimos, me enamoré, salimos y comenzaba algo, luego salimos un poco más, conocimos que tenemos cosas en común, conocimos lo diferente que reaccionamos ante las adversidades, descubrimos después que había una química sexual entre nosotros, vinieron los besos y las caricias que más que llegar al amor se acercaban a la pasión, compartimos días y noches, comidas, fiestas, amigos, todas esas cosas bonitas que hacen que uno se sienta identificado, querido, pero que desafortunadamente llegaron a su final.

Hasta ahí vamos bien, es perfectamente entendible como un hombre común como lo soy yo se enamoró perdidamente  de una mujer con semejantes características, es normal, pero después llegaron las situaciones que desde ahora llamaré «incómodas (así a secas)», no sólo las mentiras pero las verdades a medias, cada vez eran menos frecuentes nuestros encuentros, los besos, cuando había, estaban faltos de aquella pasión, las letras ya no significaban lo mismo, me sentí inmerso en una desesperación que no conocía, que estaba normalmente acompañada por una impotencia que me ponía los huevos en la garganta, tus ojos miraban a alguien más.

Como todo lo que comienza aquella historia también había de terminar, y como traté de plasmarlo en «Anatomía«, no pasa nada, las relaciones a nuestra edad terminan y es la cosa más normal del mundo, dejamos de hablar, nos perdimos el rastro por todos los medios posibles y comenzaba el proceso curativo, o por lo menos de mi lado que había cosas que curar, con estos momentos vinieron días difíciles, muchas lágrimas y noches en vela tratando de entender que había pasado, vinieron cantidades inimaginables de «desahogo» en alcohol y más cigarrillos que en velorio, pero al final, me levanté, volví a poner la cara en alto, conseguí un nuevo trabajo, me deshice de viejos malos hábitos, conocí gente nueva y me envolví en proyectos que me han dejado infinita satisfacción, todo iba viento en popa.

Todas las cosas iban saliendo bien, me sentía bien conmigo mismo y se habían terminado esas inseguridades que siento estando contigo, no formabas más parte de mi pero de mi pasado, «y me odio más que nunca, y te extraño como siempre y no entiendo como habiendo tantas otras, me volví a perder en ti».

Que se hace en estos casos?

Primero que nada quiero aclarar que el flash de mi celular esta bien cabrón, por eso parece que no abrí los ojos para nada, jaja, pero bueno, comencemos con el tema.

Son las 3:40 am mientras comienzo a escribir esto y bueno, realmente no hay forma fácil de decirlo, o escribirlo anyways, pero ya he tenido suficiente, he intentado escribir esto, expresar el sentimiento que traigo adentro y después de muchas veces de intentarlo, como salga esta vez así se quedará!

Algo muy extraño pasó cuando la vi a los ojos por última vez, sentí como que no éramos los mismos, inclusive se lo dije: «Esta nueva tu es sorprendente, me alegra ver que has cambiado tanto para bien» o para lo que yo considero bien por lo menos, pero la verdad es que no estoy seguro de que el cambio sea bueno, es decir, es bueno evolucionar, pero, realmente me gusta ver la persona en la que has evolucionado?

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004 Casualidad

Esta cuarta entrega del podcast de inLuis, osea yo, viene como mil años después, ya sé, me la prolongué con tanta ausencia pero pues la escuela y mis múltiples ocupaciones (ahora ya tengo trabajo) me impedían, pero hoy encontré un rato para hacerlo y gustosisisimamente lo subo ahora para que todos ustedes lo puedan disfrutar.

Se trata de algo que me pasó hace no mucho con una chica que vive un poco lejos de aqui pero que quiero un montón, también se trata de algo que quiero que me pase, bueno, ya lo escucharán y ustedes lo acomodarán mejor a su historia, por último acuerdense de rankearlo aqui y en iTunes (si lo escuchan por iTunes) para saber si les está gustando, y dejen comments y así, escribanme en twitter o algo pero ya!

Ahh antes de que se me olvide, a partir de este episodio los textos los pueden encontrar en Humo y Mentes para que también se den una paseadita por allá porqué también tiene material que no sale aqui y todo el material de @Sathumbe, pero bueno, denle a la escucha:

— 004 Casualidad —

“Click” para escuchar.  ”Click derecho>Guardar enlace como” para descargar.

Escuchar en iTunes: Enlace

Leer en HumoY Mentes: Enlace

Aprendizaje

Es un tanto difícil relatar eso ya que ni siquiera estoy seguro de como se está desenvolviendo en mi cabeza, iba a comenzar explicando porque no hay últimamente tanta actividad en este blog, pero siendo un poco realistas, ¿a quién le importa?.

Y bueno, es posible que esta historia siga sin ser de importancia para ninguno de ustedes, pero, si has leído hasta aqui no veo porque no termines de una vez, verás, soy un grandisimo hijo de puta, y aunque puede sonar extremadamente insultante, en realidad no me hace sentir tan mal, bueno, el hecho de poder decirmelo a mi mismo es un gran avance, tal vez si alguien más me lo dijera (por ejemplo «ella») me sentiría mucho peor.

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Desde aquí los veo!

Más feliz que en esa foto no puedo estar, y la verdad es que hace mucho que no me siento tan feliz como en aquella noche, pero eso comienza a cambiar hoy, lo único que me faltaba era un poco de sinceridad conmigo mismo y lo demás salió a flote solito, me he dado cuenta del ambiente que había creado a mi alrededor con mi actitud, y bueno, estaba metido en mucha mierda, al final «hay gente de mierda, y hay gente que no».

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Vamonos pa’rriba!

Eventos raros pasan en mi vida, y algunos un tanto dolorosos, ayer tuvo fin una era de mi vida, 16 meses que no se me van a olvidar, con cosas muy buenas con otras muy malas pero siempre con mucho amor, se termino y a decir verdad me sentí muy mal por eso, pero decidí que mi «luto» no sera tan largo como la ultima vez, en esta ocasión, me salte las clases y fui a jugar FIFA con los amigos, acompañados por un trago, claro!

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